Biografia: German Madrazo
German Madrazo nacido el 15 de Septiembre de 1974 en la
ciudad de Querétaro, quien estuvo presente en los Juegos Olímpicos del invierno
de Pyeon Chang 2018 en la disciplina de esquí de fondo, más allá de no traer
ninguna medalla para la delegación mexicana, nos cautivó su gran historia y cómo
fue su proceso hacia esta gran competencia.
Su inicio por los deportes
Mi primer amor desde los diez años la natación y sigo
nadando, a los quince años descubrí correr es mi otra pasión. Después para
conectar la natación con la carrera, aprendí a rodar y compre una bici y así
hice mi primer triatlón en Valle de Bravo creo que fue en 1991, de allí llevo 18
Ironmans incluido en Kona. Hace dos años descubrí el deporte que más me
apasiona que es el esquí de fondo deporte al que estoy entregado al cien.
Motivación para cada vez aprender más
La motivación es siempre ser feliz, ponerme metas difíciles
de alcanzar y luchar a diario para conseguirlas me hace muy feliz. Hace muchos
años le prometí a mi abuela que la llevaría a unos Juegos Olímpicos. Ella me
llevaba a mis competencias de natación y teníamos el sueño de llegar un día a
los Juegos Olímpicos. Ella falleció unos años después y el recuerdo de la
promesa que le hice me hacía seguir adelante en los momentos más duros, cuando
no tenía ni un peso para seguir adelante o cuando en las competencias las cosas
se ponían mal. Y también pensar en mis hijos y mi esposa que estaban siempre
echándome porras y no les podía fallar. Esto es lo que todos los días me
motivaba y animaba a no rendirme.
La mejor experiencia que considero la mejor
Es definitivamente los amigos que he podido hacer en el deporte. A diferencia de los amigos que
haces en una instancia de la vida, los amigos del deporte se quedan e incluso
se quedan para siempre, sobre todo la gente que sigue en el deporte porque
tienes algo en común y haces unos lazos de amistad muy fuertes, para mi esa es
una gran experiencia. Y otra cosa podría ser cruzar la meta de los Juegos
Olímpicos, pues es algo de los más increíble que me ha pasado en la vida y
junto con esa meta de los juegos olímpicos hay otras dos metas que son muy
importantes para mí y que han tenido una experiencia espiritual, la primera fue
la meta del maratón en New York porque me inscribí cinco años no quedé y de
repente un día me inscribo a la lotería del maratón de New York, quedo y ese
año estoy lesionado y no puedo ir, luego vuelvo a no quedar muchos años y el
siguiente que quedo voy preparadísimo, listo para correr. Y resulta que por
primera vez en la historia se cancela el maratón por un huracán ya estábamos
ahí en New York recogiendo el paquete, yo tenía listo todo y ahí mismo avisaron
que se cancelaba. Al siguiente año mi esposa está embarazada de unos triates y no
puedo volver a ir al maratón porque mis hijos nacieron en Diciembre y el
maratón era en Noviembre entonces era imposible dejar a mi esposa a punto de
tener a nuestros hijos y yo ir a correr al maratón. Y el año que por fin cruce
la meta de New York fue una experiencia tan especial, es algo que deseaba tanto
que fue de verdad una cosa increíble. Y la otra pues es de niño de querer hacer
el ironman de Kona, que cuando por fin logré calificar y cuando por fin logré
terminar el ironman también fue una experiencia muy única. La del maratón de
New York creo que fue una experiencia más interna, fue como una conexión con mi
nueva realidad de ser papá y la de Kona fue como el ser niño otra vez, gritando
al llegar a la meta, ni yo mismo me reconocía. Y otra fue que yo tuve un
problema en Tamaulipas me asaltaron, me quitaron la camioneta y en la camioneta
pues iban pasaportes y visas que ya teníamos establecidas para hacer nuestro
negocio en Estados Unidos, entonces fue empezar de cero. Fue la verdad muy duro
tuve que cancelar prácticamente todas mis carreras del año por no tener visa
para poder ir a ellas y me regalan la entrada del ironman de Florida y el
boleto algunos amigos como apoyándome para que no terminara así mi año y la
verdad que fue una experiencia muy gruesa, cuando llegué a la meta y me empecé
a acercar me di cuenta del privilegio que tenia de estar vivo, de todo lo que
había vivido, que había sobrevivido y me puse a llorar como loco, fue un
momento de mucho agradecimiento y de mucho entender que todas estas cosas que
hacemos nunca las haces solo, siempre estas acompañado, siempre hay ese
componente de familia-amigos y que no eres tú sino un conjunto de gente que
hacen que tú seas posible. Esas son mis experiencias.
El momento antes de ser llamado a los Juegos Olímpicos
Es un poquito diferente porque para ser llamado a los juegos
olímpicos tienes que cumplir con una cuota de puntos y de carreras, en el
momento que tu logras esa cuota tu apareces como elegible para participar y tu
comité olímpico acepta tu invitación, entonces tú ya puedes asistir a los
juegos olímpicos. La verdad que fue un momento súper intenso, porque fue en la
última competencia y en esa competencia quedaba puntos para calificar, habíamos
tenido una carrera el día anterior y el día anterior a ese habíamos atravesado
una tormenta de nieve horrible que no se veía nada, el coche el viento lo
volaba, de verdad no sabes que tensión. Pita, uno de los compañeros con los que
íbamos viajando el al ser australiano maneja del lado derecho del coche,
entonces él no se atrevía a manejar en la tormenta y menos en esas condiciones,
entonces toda la manejada la tuvimos que hacer Jonathan y yo. Entonces yo
llegue a la competencia muerto, con un dolor de espalda terrible, muy tenso y
bueno se reflejó ese día y cometí varios errores, me caí, me salí de la pista,
estaba muy mal. Jonathan se paró ahí conmigo para ver qué pasaba en la
competencia y pues ese día terminé descalificado, un día en el que
absolutamente todo te sale mal y de cosas hasta ridículas, prácticamente yo
sabía que no iba a calificar y a la hora que me descalifican dije yo que bueno
que me descalifican porque no quería que así fuera mi calificación en los
juegos olímpicos. Entonces al día siguiente después de dormir bien, de comer
bien, de preparar una competencia como se debe de preparar, desde nadie toca
mis esquís, yo los preparo, yo sé cómo hacerlo, si con la ayuda de los expertos
enceradores que te recomiendan, ya sabes una preparación muy padre. Un momento
súper espiritual de competencia, por un día divino con sol y un frio tremendo.
En realidad eran condiciones bastante buenas, fue algo místico. Me imaginaba
que mis hijos me estaban viendo y prácticamente cada una de mis tres vueltas se
las dediqué a cada uno de mis hijos. Cada paso o bastoneo era repetirme a cuál
de ellos iba, pensar en ellos y darlo todo. El resultado lo sabias hasta
después, fue muy especial. Hasta que ya íbamos en el coche me dan la noticia de
que califiqué, pero en esos momentos hablé a casa para ver quien me podía
prestar dinero, fue muy duro en el aspecto económico.
Los días antes de la competencia de los Juegos Olímpicos del
Invierno
Realmente fueron días mágicos porque haber sido el
abanderado nacional fue una gran experiencia, yo no me imaginaba el impacto que
iba a tener la decisión de portar un traje de charro y pues la prensa
internacional explotó. Por haber vivido una vida anónima en la que realmente yo
iba a mis competencias y pues los únicos que sabíamos que iba era mi esposa y yo.
Y de pronto eres el abanderado, pero piensas que nadie se da cuenta que fuiste
el abanderado y amaneces al día siguiente en todos los periódicos y canales de
la villa olímpica y como todos, te quieren entrevistar, quieren platicar del
traje de charro y quieren platicar de la sonrisa y energía positiva. No te imaginas
realmente que fuera a generar ese impacto. Entonces los días previos a la
competencia eran días pesados porque es una exposición que nunca habías tenido
estar yendo a las entrevistas, platicando con los medios y además entrenando
dos veces al día era cansado. Y ya el día antes de la competencia fue un poco
difícil porque inicia un proceso infeccioso, empiezas a sentir que te duele la
garganta pero no estas enfermo y no te sientes bien y estas casi rezando para
que no te dé y explota la fiebre y la enfermedad al día siguiente. Y ya después
pasamos de ese sentimiento de haber cargado la bandera a amanecer ese día de la
competencia con temperatura, con dolor de cuerpo, con la nariz completamente
tapada. Tuve un accidente saliendo de la cabaña de encerado, íbamos caminando y
pisé un hielo y me fui hasta el suelo, me doblé la muñeca, fue realmente un día
en el que todo iba mal.
El momento al llegar a la meta
Fue un sentimiento increíble que en ese momento, la gripa,
el dolor de garganta, el dolor de mano todo se olvida en ese momento y vives el
momento más increíble de tu vida. Tomamos la bandera, la mejor decisión que he
tomado en mi vida, un sentimiento muy especial vienes en tu carrera cometiendo
algunos errores y de pronto pasa algo increíble que tomo la bandera y ya no me
sentí solo, lo que dolía ya no duele, entonces yo sentí una alegría tremenda me
sentí como si logramos empezar algo nuevo en México. Yo estoy seguro que
después de esta participación siempre habrá mexicanos en las pruebas de Cross
Country Esquí cada día serán mejores y más competitivos. Y por último sobre mi
festejo pues celebras que no te diste por vencido, celebras una vida de luchar,
celebras una vida de estar soñando, una vida de creer que si se puede y que en
ningún momento dices ni modo esto no es para mí, me rindo. Entonces es una
celebración de decir que yo podía.
Filosofía de vida
Para mí la vida es una lucha constante por no rajarte, por
salir adelante en el camino de tus sueños porque mi vida siempre ha sido una
vida de soñar. Por eso cuando sueño algo siempre voy y lo persigo y lo trato de
hacer alguna vez lo logro, alguna otra vez no. Entonces se convierte en una
filosofía de vida de soñar, de no dejar de soñar, de luchar y no dejar de
luchar por cumplir tus sueños, de no conformarte por los sueños de otros y de
creértela que se puede. Y en esta filosofía me han hecho esta pregunta varias
veces que es ¿Qué hubiera pasado si no calificabas a los Juegos Olímpicos? Y mi
respuesta es yo ya hubiera triunfado aunque no hubiera llegado, porque conocí a
cinco de los mejores amigos que he tenido en mi vida, conocí catorce países,
aprendí un deporte que me apasiona como pocas cosas me han apasionado en mi
vida.
Visión de ahora en adelante
Antes yo creía que no había imposibles y esa era mi visión
de la vida. Ahora mi visión es, sé que nada es imposible, entonces cuando me
propongo algo nuevo ahora llego con una confianza diferente con unas ganas
diferentes de hacerlo porque ahora sé que si le pongo todo el empeño o le pongo
todas las ganas, sé que lo voy a lograr. Antes creía que lo podía lograr ahora
sé que lo puedo lograr, esa es una de mis visiones de ahora en delante de mi
vida. Pero la más importante es la que me inscribí a una carrera porque lo
quería hacer y pues lo disfruto, llegar a la meta del maratón de New York era
una meta y la corrí por mí. Después de todo esto que pasa, de que te das cuenta
que cargaste la bandera nacional con una sonrisa y el mundo entero se da cuenta
que estas sonriendo, después de que terminas y festejas que no te diste por
vencido y que el mundo se da cuenta que festejas en el lugar en el que otros
están llorando y de pronto te das cuenta que tus acciones tienen una resonancia
diferente de ahora en adelante. Entonces empieza una nueva responsabilidad de
ya no me inscribo a una competencia por mi sino que ahora tengo muchas ganas de
hacerlo por alguien más, de hacer un esfuerzo extra para que alguien se inspire
por eso y pueda lograr cosas, tu nunca sabes qué persona pueda inspirarse o
tomar el ejemplo, por eso pero tú lo tienes que hacer porque alguien lo va a
agarrar. Me lesiono estoy cuatro meses sin hacer nada y un mes más en
rehabilitación y empiezas con, no sabes que no voy a hacer nada, estoy
lesionado no tengo condición participar en una competencia es ridículo y de
pronto es una cosa que me pasó, estoy en mi casa muy triste porque tenía todo
listo para ir a Argentina a hacer una carrera de Cross Country Esquí a conocer
un lugar que siempre había querido conocer y lamentándote porque esta lesión te
tiene en cama y a duras penas puedes ir a trabajar y diciendo ni modo se me fue
no lo voy a poder lograr. Después te pones a pensar en todo lo que has dicho,
vas a una conferencia y dices ´´anímense a soñar, si se puede, crean en ustedes
mismos´´ y yo me digo a mi mismo, bueno porque no me pongo yo a creer en mí
mismo, quizás no vas a hacer el tiempo que querías hacer, ni la marca que querías
lograr, pero puedes ir y de nuevo festejar que estas vivo y que lo puedes
hacer. Entonces tomo una decisión de comparar el boleto para ir a Argentina y
decir no hay forma de perder, voy a hacer mi mejor esfuerzo y ya con estar allá
estoy ganando. Tomas una actitud totalmente diferente, vas a Argentina, te la
pasas increíble, conoces gente nueva, tienes una aventura nueva que contar y de
pronto la gente que te sigue y no solo la gente que te sigue sino también la
gente que te conoce te empiezan a mandar mensajes y a decir lo lograste,
después de que no te podías ni parar a recoger un par de zapatos en la tienda.
Y me mandan un mensaje muy bonito diciendo eres el símbolo de no darse por
vencido y de pronto dices hasta eso tuvo un impacto y ahí cambia tu visión de
no estar pensando en las cosas por mi sino en dejar una huella más marcada en
los demás.
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